La Brújula Despistada

La Brújula Despistada
La Brújula Despistada.

martes, 25 de junio de 2013

A la Ópera

Ayer mismo fui a ver por primera vez una ópera: Così Fan Tutte, de Mozart. Lo más impresionante de todo fue el precio de la entrada: ¡tres euros! Eso es, si vas a ver el ensayo general, que es abierto al público, los cantantes llevan la vestimenta y toda la puesta en escena y, aunque puede interrumpirse, no suele ocurrir, así que es prácticamente como ir a la representación, la entrada te cuesta un mogollón por ciento menos que una entrada normal.
La ópera dura unas tres horas, con un descanso de media hora entre acto y acto (que son dos). Se trata de una ópera humorística, y está escrita en italiano. Aunque por el contexto y de oídas se podría entender, para que nos enteremos del todo hay una pantallita justo encima del foso, donde toca la orquesta, donde van proyectando los subtítulos en castellano. A mí me tocó la segunda fila, así que lo pude ver todo, todo, todo: la entrada de los cantantes, los músicos en el foso, primer plano de las escenas...
Lo primero que me llamó la atención fue el vestuario de los cantantes: siendo una ópera de Mozart, yo iba con la idea de que los trajes serían de la época, lo mismo que el decorado. ¡Pues no! Los cantantes masculinos principales iban en polo o con un traje reglamentario de esgrima (de hecho, en su primera entrada en el escenario, venían de jugar al tenis), las cantantes, con un vestido muy simple, y la criada, tacones y cazadora vaquera.
El escenario es igual de simple: una tarima grande con cortinas hace de la casa de las protagonistas, que tiene unas escaleras plegables para subir y bajar; detrás, hay unas gradas para el coro. ¡Y ya está! Era tan simple que los actores mismos (cuadrándolo perfectamente con el guión) hacían algunos cambios de decorado (sobretodo con las cortinas).
La ópera trata de un hombre frustrado, don Alfonso, que apuesta a dos jóvenes, Guglielmo y Ferrando, que sus novias no serían capaces de serles fieles, porque così fan tutte (así hacen todas), Guglielmo y Ferrando, seguros del amor de sus novias, aceptan la apuesta, y fingen que se marchan a la guerra. Fiordiligi y Dorabella, las novias, que son hermanas, se disgustan mucho, pero su criada Despina, al enterarse de la marcha de los novios, les dice que es momento de divertirse y buscarse amantes nuevos. Pero las hermanas se niegan. Don Alfonso hace entonces un trato con Despina para ganar la apuesta: Despina (que, por supuesto, se llevará la mitad del dinero si ganan la apuesta) "liará" a Fiordiligi y Dorabella para que busquen nuevos novios, y don Alfonso traerá los nuevos novios: Ferrando y Guglielmo, disfrazados de espadachines albaneses. Y así las van liando, y liando, hasta que...
Por cierto, es verdad que en la ópera se canta todo, todo, todo, hasta la risa. Lo más parecido a hablar es un recitativo, y hasta eso es cantado. No se habla en la ópera.

Por cierto, si queréis saber más cosas sobre obras musicales, hay que ir a l'istesso tempo.

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